lunes, 9 de junio de 2014

Proceso en la Lectura


La lectura es un proceso que tiene implícito una serie de pasos; a saber:
1.- La percepción,  
2.-  la comprensión,
3.- la interpretación,
4.- la reacción,
5.- la integración.
La Percepción:  En este primer paso se reconocen los símbolos gráficos recurriendo a cualquier técnica, ya sea por configuración, análisis estructural, contexto.  La percepción debe ser:  rápida, precisa, amplia y rítmica.  Es decir que en la percepción nuestros ojos deben ser capaces de percibir en fracción de segundos una palabra o un conjunto de palabras, a la par que nuestra mente capta el significado, pero la rapidez no debe obstaculizar la precisión o seguridad en la lectura, también se debe aprovechar la capacidad de visión que tienen los ojos. O sea que de un solo vistazo se abarque tres o cuatro palabras; para ello es necesaria una actividad mental centrada y despierta.  Las actividades de esta fase tienen predominio motor, y en su realización tienen mayor participación los sentidos.

        
La Comprensión:  Se reconoce el significado que le atribuye el autor a lo escrito.  Es la capacidad de comprender el mensaje o sea llevar los símbolos gráficos a ideas, bien recordando experiencias pasadas o creando la imagen en la mente de acuerdo a lo que evoca la palabra.  Esta es la actividad cognoscitiva más compleja, de acuerdo a estudios sobre procesos cognoscitivos, pues comprende esta fase desde una simple codificación hasta la elaboración de una síntesis.


¿Qué evaluar de la Competencia Lectora? 

Velocidad de lectura es la habilidad del alumno para pronunciar palabras escritas en un determinado lapso de tiempo intentando comprender lo leído. La velocidad se expresa en palabras por minuto. 

Fluidez lectora es la habilidad del alumno para leer en voz alta con la entonación, ritmo, fraseo y pausas apropiadas que indican que los estudiantes entienden el significado de la lectura, aunque ocasionalmente tengan que detenerse para reparar dificultades de comprensión (una palabra o la estructura de una oración). La fluidez lectora implica dar una inflexión de voz adecuada al contenido del texto respetando las unidades de sentido y puntuación. 

Comprensión lectora es la habilidad del alumno para entender el lenguaje escrito; implica obtener la esencia del contenido, relacionando e integrando la información leída en un conjunto menor de ideas más 
abstractas, pero más abarcadoras, para lo cual los lectores derivan inferencias, hacen comparaciones, se apoyan en la organización del texto, etcétera. 

¿A quién evaluar? 

Se propone que en un principio evalúe a la totalidad de los alumnos y posteriormente decida, en relación a sus necesidades, si la evaluación periódica se lleva a cabo con todos los alumnos o con aquéllos que usted 
estime presenten la competencia lectora más baja de su grupo. 

¿Para qué evaluar la Competencia en el aula? 

Si usted obtiene información veraz de sus alumnos respecto a los Indicadores de Desempeño y compara los resultados con los referentes a nivel nacional sobre cada destreza, estará en condiciones de seleccionar e implementar acciones para favorecer el desarrollo de la Competencia Lectora en sus alumnos. 

¿Cuándo evaluar? 

Es recomendable realizar jornadas de 30 ó 45 minutos como máximo y atender a cinco o seis alumnos en cada una, durante una semana de clases. Convendría organizar esta valoración aprovechando que la 
mayoría de sus alumnos lleven a cabo otra actividad. 

Se sugiere que al menos se realicen tres evaluaciones en el ciclo escolar. Se recomienda que la medición se realice durante la última semana del mes de noviembre, la segunda durante la última semana del mes de marzo y la tercera durante la última semana del mes de junio. 

¿Qué se requiere para la evaluación? 

Leer con atención la presente propuesta y, fundamentalmente, aplicar de manera objetiva y homogénea los criterios establecidos en cada escala de valoración. Básicamente el procedimiento consiste en atender 
de manera individual a cada niña (o), crear las condiciones para que se lleve a cabo adecuadamente el ejercicio de lectura (ausencia de ruidos, lograr el interés del niño por participar, un reloj con segundero o un cronómetro).

La Interpretación:   Cuando se interpreta quiere decir se le atribuye significado a algo.  En la función interpretativa el lector se introduce en el yo ajeno, colocándose en su lugar.  A través de la interpretación se conoce el pensamiento del autor, sus sentimientos con los cuales el lector puede estar de acuerdo o no; o simplemente le sirven de información.


La Reacción:  Mediante esta fase el lector manifiesta una actitud de aceptación o de rechazo con las ideas expresadas por el autor.  Es la comprensión entre el significado atribuido por el autor y lo que con anterioridad sabía el lector.
La Integración:  El lector establece relaciones de valor de las ideas expresadas, es decir las toma o integra al caudal de sus experiencias personales si las considera de valor.   Si la lectura es oral se le adicionan los siguientes pasos:  Emisión de sonidos de la cadena fónica, audición y autocontrol de la cadena fónica.

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